miércoles, 8 de octubre de 2014

Stress crónico / Chronic stress

 Esta entrada está disponible en español
 This post is available in english (at the end of spanish post)

Todos los días levanto mis ojos y de frente me encuentro con las obras de Marañón, heredadas de mi querido padre, y pienso mucho en lo que decía don Gregorio “que la capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual”. Pero hoy vivimos frenéticamente y padecemos una de las peores plagas de este siglo: el stress. Y no le damos ninguna importancia hasta que sí la tiene. Ya sé que estás pensando que el “tiempo es oro” pero recuerda que “la salud es un tesoro” y sólo alcanza su máximo valor cuando se pierde. No dudes en pensar que hasta la salud necesita descanso.


Como muy bien lo define la Organización Mundial de la Salud: el stress es "el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción". Podríamos considerarlo como una reacción física y emocional compleja que todo el mundo experimenta cuando nos enfrentamos a un reto o una situación que percibimos como amenazante. Estos cambios que se producen en el organismo nos permiten responder adecuadamente a dichas demandas externas, pero necesitamos una energía extra para enfrentarnos a un peligro o desafío. En estos casos el organismo reacciona con un incremento de la frecuencia cardíaca, hipertensión arterial, dilatación bronquial, dilatación de las pupilas, aumento de la tensión muscular, movilización de los ácidos grasos (pudiendo originar un incremento de lípidos en sangre), y aumento de la coagulación.


Después de hacer frente al reto, el cuerpo se relaja y nuestro organismo vuelve a su estado normal. De esta forma, damos a nuestro cuerpo la posibilidad de recuperarse físicamente y sentirnos emocionalmente satisfechos por haber hecho frente a un desafío. En este caso el stress actúa como un factor de motivación para vencer y superar obstáculos, por lo que podría decirse que es un elemento que nos ayuda a alcanzar el éxito ante los desafíos que se nos puedan presentar. Una vez resuelto el problema, el organismo vuelve a su normal funcionamiento, recuperando su equilibrio. Este nivel normal y deseable de stress se denomina eutrés o stress positivo.

Sin embargo, mi amigo del alma, Ramón Tamames dice que “por las mañanas cuando nos levantamos nos tenemos que enfrentar a la entropía”, y el mero hecho de poner orden al caos reinante, crea un estado de alerta que sólo superarás si tienes una actitud mental positiva. En ese preciso momento es cuando debes pensar en Walt Disney que decía que “todos nuestros sueños pueden hacerse realidad, si tenemos el coraje de perseguirlos”.

No obstante cuando las situaciones estresantes no finalizan (o consideramos que no han finalizado), las demandas de la situación pasan a ser demasiado grandes para nuestro organismo. En este caso el cuerpo no puede recuperarse, sufriendo por lo tanto un gran desgaste y el stress comienza a cronificarse convirtiéndose en distrés o stress negativo. En este caso es cuando el stress comienza a ser peligroso, ya que amenaza nuestro correcto funcionamiento. Como decía a Heráclito, “la salud humana es un reflejo de la salud de la tierra”.

Como muy bien sabes, un “estresor” es cualquier situación susceptible de causar stress, y los diferentes desencadenantes de este proceso pueden ser: estímulos ambientales dañinos, percepciones de amenaza, alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etc.), aislamiento y confinamiento, presión grupal y frustración, entre otros puntos. Por ello, es el momento en que pares el reloj y pienses en Goethe, que decía “vivir sin un ideal es vivir a medias”. En este sentido, reconocer los estresores, y aprender a manejarlos y mantenerlos bajo control es la única manera de afrontar el stress. Por ello coincido con Pitágoras que decía “antes que al médico llama a un amigo”.


Las reacciones ante el stress cambian según las características individuales de cada persona. Algunas de las más típicas son:

• Fisiológicas: aumento del ritmo cardiaco, de la presión sanguínea, tensión muscular, sudoración, secreción de adrenalina, respiración superficial con mayor frecuencia.

• Emocionales: miedo, irritabilidad, humor depresivo, ansiedad, enojo y motivación disminuida.

• Cognitivas: atención disminuida, reducción de la percepción, olvidos, pensamiento menos efectivo, reducción en la capacidad de resolución de problemas y en la capacidad de aprendizaje.

• Conductuales: disminución de la productividad, aumento en el consumo de cigarrillos, aumento del consumo de drogas y/o alcohol, se cometen errores y hay más bajas por enfermedad.

En definitiva, y según la Teoría del Síndrome General de Adaptación que desarrolló Hans Selye, el stress se manifiesta como un proceso que consta de tres fases: en primer lugar, se da la fase de alarma en la que todo el organismo adopta un sistema de alerta, activándose el sistema nervioso autónomo. Después comienza la fase de adaptación, en la que se produce la movilización del aguante físico, emocional y mental para resistir el stress. Finalmente aparece la fase de agotamiento psicosomático al persistir la tensión durante un tiempo, lo que produce una disminución de las defensas del organismo. ¡Qué razón tenía Franz Kafka cuando decía que “en la lucha entre uno y el mundo, hay que estar de parte del mundo”!

Durante la fase de agotamiento, el stress continuo (crónico), hace que el funcionamiento hormonal libere sustancias químicas que dañan a los tejidos abriendo posibilidades a diferentes enfermedades, ya que las reservas físicas y psíquicas se agotan. El estado de stress es tan intenso en esta fase que el organismo se colapsa y la persona afectada ya no puede afrontar o defenderse de las agresiones.

Sin lugar a dudas debes tener muy claro que “Mens sana in corpore sano”, que proviene de Juvenal, cuyo sentido original era la necesidad de orar para disponer de un espíritu equilibrado en un cuerpo equilibrado. Y aquí sigo pensando que “el ánimo es la más sana medicina”, como dijo Salomón.

Pero mi preocupación es cuando se llega a sufrir las manifestaciones clínicas del stress crónico, entre los que destacan: dolores de cabeza, tics nerviosos, insomnio, ansiedad, pérdida del sentido del humor, taquicardias y extrasístoles, tensión y dolor muscular, tics, ardores, indigestión, dispepsia, poliuria, impotencia, amenorrea, frigidez, dismenorrea, fatiga, hipertensión, dolor precordial. De hecho hay estudios de investigación que demuestran la asociación del stress crónico al infarto de miocardio, ictus, ulcera gastroduodenal, y al cáncer, entre otras muchas patologías.


Mi conclusión es que la clave está en el aprendizaje y utilización de técnicas que nos permitan afrontarlo de forma eficaz, entre las que destacan: ejercicio físico, técnicas de respiración y relajación, yoga, tai-chi, pilates, meditación, acupuntura, musicoterapia, escuelas de baile y danza (rock, flamenco, tango…), entre otras. Me viene a la memoria Séneca, que decía que “parte de la curación está en la voluntad de sanar”.

Para acabar, pienso en la genialidad de mi padre que siempre repetía que “detrás de un problema se esconde una oportunidad”. Sin embargo, el sabio de Winston Churchill iba más allá cuando decía “el pesimista ve la dificultad en cada oportunidad. El optimista ve la oportunidad en cada dificultad”.

Dr. Manuel de la Peña MD, PhD

CHRONIC STRESS

Every day I open my eyes and I find myself in front of Marañón´s works, which were inherited from my dear father. I think a lot about what Gregorio said "the capacity for enthusiasm is a sign of spiritual health".


But today we live frantically and we suffer one of the worst scourges of this century: the stress. We do not give any importance until it does. I know what you're thinking about "time is money" but remember "health is a treasure" and it only reaches its maximum value when is lost. And do not hesitate to think that health needs rest.

As defined by the World Health Organization (WHO) the stress is "a mix of physiological reactions that prepares the body for action". We could consider it as a complex physical and emotional reaction that everyone experience when is faced against a challenge or situation that we perceive as a threaten. These changes occur in the body allowing us to respond appropriately to these external demands, but we need extra energy to face danger or challenge. In these cases the body reacts with an increase of heart rate, blood pressure, bronchial dilation, dilated pupils, increased muscle tension, fatty acids mobilization (which can result in an increment of blood lipids) and increased coagulation.


After meeting the challenge, our body get relaxed and returns to its normal state. This enables our body a chance to recover physically and felt emotionally satisfied for having faced a challenge. In this case the stress acts as a motivation factor to overcome obstacles, therefore it is an element that helps us to succeed over the challenges. Once the problem is resolved, the body returns to its normal function, regaining its balance. This normal and desirable level of stress is called eutrés or positive stress.

However, my best friend, Ramón Tamames says "every morning when we get up we have to face to entropy", and the fact of bringing order to chaos creates an alert state that you only overcome if you have a positive mental attitude. At that moment you should think of Walt Disney, who said that "all our dreams can become true, if we have the courage to pursue them".

Nevertheless when stressful situations do not end (or we believe they have not finalized), the demands of the situation become too large for our body. In this case the body cannot recover from it, thus suffering high wear. The stress becomes chronic named distress or negative stress. The stress starts to be dangerous because it threatens our good functioning. In fact, "the human body health is a reflection of the land health", as stated by Heraclitus.

But as you well know, a “stressor” is any situation which might cause stress, and there are different triggers for this process: harmful environmental stimuli, threat perceptions, impaired physiological functions (illness, addiction, etc.), isolation and confinement, peer pressure, frustration, etc. Therefore, stop the clock and think of Goethe, who said "To live without a purpose is not to live fully". In this regard, it is important to recognize the stressors and to learn how to manage them. Controlling them is the only way to cope with stress. In this case I agree with Pythagoras "Call a friend before to a doctor”.


Stress reactions change according to individual characteristics. Some of the most typical are:

• Physiological: increased heart rate, blood pressure, muscle tension, sweating, adrenaline secretion, shallow breathing.

• Emotional: fear, irritability, depressed mood, anxiety, anger and decreased motivation.

• Cognitive: decreased attention and perception, forgetfulness, less effective thinking, reduced ability of problem solving and learning.

• Behavioral: decreased productivity, increased smoking, increased consumption of drugs and / or alcohol, therefore mistakes are made and sick leave is taken.

In essence, and according to the Theory of General Adaptation Syndrome, developed by Hans Selye, stress is manifested as a process consisting of three phases: first, the alarm phase- the whole body adopts an alert system, activating the autonomic nervous system. Second, the adaptation phase- physical, emotional and mental endurance is produced to resist the stress. Finally, psychosomatic exhaustion phase appears after resisting stress for some time, which causes a decrease in the body's defenses. I agree with Franz Kafka when he said, "In the fight between you and the world, we must be part of the world".

During the exhaustion phase, the constant stress (chronic), causes hormonal functioning and releases chemicals damaging the tissues and opening up possibilities for different diseases, due to physical and mental reserves are depleted. At this stage the state of stress is so intense that the body collapses and the affected person cannot cope or defend against attacks.

Undoubtedly, it is very clear that "Mens sana in corpore sano", which comes from Juvenal, its original meaning was the need of praying for having a balanced mind in a balanced body. And I still think that "mind is the healthiest medicine" as Solomon used to say.

My main worry is when you get to suffer clinical manifestations of chronic stress such as: headaches, nervous spasms, insomnia, anxiety, loss of humour sense, tachycardia and extrasystoles, tension and muscle pain, twitching, burning, indigestion, dyspepsia, polyuria, impotence, amenorrhea, frigidity, dysmenorrhea, fatigue, hypertension, chest pain. In fact, there are research studies demonstrating the association of chronic stress with myocardial infarction, stroke, peptic ulcer disease, and cancer, among other diseases.


My conclusion: Learning and using techniques are the key to allow us coping effectively, such as: physical exercise, breathing techniques and relaxation, yoga, tai-chi, pilates, meditation, acupuncture, musictherapy, dancetherapy (rock, flamenco, tango). And here it comes to my memory Seneca "part of healing is the will to heal".

And finally I think of the genius of my father. He used to say "behind every problem lies an opportunity." However, the wise Winston Churchill went beyond "the pessimist sees the difficulty in every opportunity. The optimist sees the opportunity in every difficulty".

Dr. Manuel de la Peña MD, PhD

2 comentarios:

  1. aprender de los problemas es sintoma de fortaleza y salud!!! buena filosofia para la vida

    ResponderEliminar